Ayer, viernes 26, tuvo lugar en el Espai Jove de l’Eixample de Barcelona la Fiesta Oficial nº 36 de la Fonográfica General. En ella tocaron en directo The not knowing, Manny Rodriguez y las HonkyTonkys y Pueblo. Así de inicio puede que todo esto no os diga nada, podéis pensar que se trata de uno más de los tantos conciertos que diariamente se dan en la ciudad. Sin embargo no lo es, y es que una fiesta de la Fonográfica no es un concierto al uso. Es decir, es un concierto, porque tocan grupos en directo, pero la diferencia es que aquí nadie gana nada, ni los grupos ni los que organizan el acto. Maticemos: nadie gana nada en términos monetarios, porque de hecho las fiestas fonográficas son conocidas porque siempre vuelve uno cargado de pequeños regalitos: que si un póster, que si un imán para la nevera, un fanzine, un cd… aunque el regalo estrella es el single de vinilo que siempre dan con la entrada. Según su manifiesto, “la idea básica que impulsa la creación de La Fonográfica General es la celebración de fiestas a coste mínimo con la colaboración de grupos musicales para editar singles de vinilo y regalarlos a las personas que acudan a las fiestas. El dinero recaudado de las entradas de una fiesta se destina a la financiación del single que se regalará en la siguiente fiesta y así sucesivamente.” La idea parece sencilla, pero a la vez es revolucionaria, pues de un plumazo y mediante la autogestión estos chicos se montan una discográfica y una promotora de conciertos. Eso sí, sin ánimo de lucro y por amor al arte y la fiesta. El quinto punto de su manifiesto reza: “El mundo de la música en la sociedad actual es una forma de expresión conectada definitivamente con el consumismo y el capitalismo corporativo y blah, blah, blah. Asumimos que existe una industria musical y que existe por alguna razón, que inevitablemente tiene un objetivo económico. Para La Fonográfica General, el dinero es la parte más aburrida de todo el proceso. Si podemos obviarlo, lo haremos. Reaccionamos ante la idea de que vivimos de acuerdo a unos esquemas ajenos, así que procuramos hacer algo para recuperarnos. Esto no es un negocio.” Lo mejor de todo es que el tema funciona: los grupos consiguen notoriedad (sólo se aceptan en las fiesta bandas que aún no tengan ningún disco editado) y que sus canciones sean editadas y la gente se divierte y obtiene regalos. “Todos contribuimos y todos obtenemos beneficio. Se trata de accionar un compromiso colectivo con la música, con énfasis tanto o más en "colectivo" como en "música". Lo mejor de la Fonográfica sin embargo, es que cualquiera puede montar una en su ciudad, puesto que no hay una dirección ni nadie que mande en esto, sólo hace falta tener ganas. Hasta ahora se han organizado Fiestas Fonográficas en sitios como Marbella, Zaragoza, Madrid, Ferrol, Pamplona, Gijón y Santiago de Compostela. Desde su creación en Ferrol allá en septiembre de 2005, la Fonográfica ha realizado un total de 36 fiestas oficiales y un montón más de no oficiales. En estas últimas no se cobra entrada, y a veces tocan grupos o simplemente se pinchan discos. De estas hay dos tipos, las Pinchadas con Pincho (se caracterizan por que además de música, hay pinchos de tortilla) y las Pinchadas de Etiqueta, en las que todos los asistentes llevan una etiqueta colgando y acostumbran a ser temáticas. Y es que sobre todas las cosas lo que pretende la Fonográfica es que la gente haga cosas, se mueva y cree canales culturales ajenos a medios y empresas. “Creemos que es posible crear algo, hacerlo bien, ser coherente, ser generoso y hacer que la gente se sienta bien participando”. Sin lugar a dudas, iniciativas como estas son raras en una sociedad acostumbrada a que se lo den todo hecho y a consumir la música y el ocio como un bien material más. Es por ello que la labor de la Fonográfica resulta admirable.
Producciones Doradas
A diferencia de la Fonográfica, Producciones Doradas sí podemos decir que es una discográfica, aunque un tanto atípica. Ellos se definen como una “plataforma vinculada a la producción y edición de música popular contemporánea fuera de los márgenes del mainstream.” La diferencia con otros sellos es que ofrecen todas sus referencias de manera gratuita vía internet. “Producciones Doradas apuesta por la cultura libre a la par que da valor al objeto producido”. Es decir, por un lado dan la posibilidad de obtener sus discos sin coste alguno pero aparte también editan Cd’s y singles de vinilo donde cuidan al máximo el diseño. Puede parecer que un negocio planteado así no pueda funcionar, pero lo cierto es que ya llevan un tiempo en esto y siguen editando discos. Una de sus últimas referencias es el álbum de Joe Crepúsculo, un particular trovador tecno de Barcelona que factura unas canciones de los más bonitas y extrañas. “La cosa es enfrentarse al problema de la distribución musical de forma realista y sincera con el momento que vivimos” explica Joe. “Los grupos se financian con los conciertos y los discos son instrumentos de promoción envueltos en aureolas muy románticas.”
Está claro pues que hay alternativas a la industria musical y que el modelo de negocio que se ha venido practicando hasta ahora resulta obsoleto. Propuestas como la Fonográfica o Producciones Doradas dan posibles soluciones: autogestión, honestidad y música en directo.
Diari de Tarragona, Encuentros 27 de septiembre de 2008
