diumenge, 26 d’octubre del 2008

El desencanto

Hoy no hablo de música, hoy hablo de pelis. En concreto esta:

"Kicking and Screaming" (1995) vendría a ser algo así como el reverso tenebroso de "El Club de los Poetas Muertos". Si aquella defendía la educación no ortodoxa como una manera de aprender a ser personas adultas, con ideas propias y iniciativa y lo excitante que puede ser todo eso de aprender y formarse; "Kicking and Screaming" se revela como el desencanto, la incertidumbre y el desasosiego que produce salir de ese pequeño microcosmos que es el mundo académico.

A partir de la historia de cuatro recién titulados, Noah Baumbach esboza un film que a primera vista parece pretencioso. Cuatro chicos que se pasan el día citando a escritores y perdiendo el tiempo deciden quedarse viviendo en el campus una vez terminada la universidad. Los personajes de Baumbach no saben como enfrentarse al futuro así que deciden no moverse del campus, un espacio que se convierte en una especie de arcadia intelectual, de limbo entre la vida de estudiante y el hacerse adulto.

La película empieza en el momento de la fiesta de graduación. Los chicos beben y se preguntan que es lo peor que les podría pasar una vez terminada la universidad. A partir de ahí, la narración va relatando como Max, Otis, Skippy y Grover pasan los nueve meses que dura el curso escolar. Claro está que, ellos ya han acabado sus estudios, así que básicamente no hacen nada. Otis rechaza hacer un posgrado de Ingeniería Mecánica a última hora y decide buscar trabajo en el videoclub local porque es incapaz de separarse de sus compañeros. Skippy decide seguir asistiendo a clases porque considera que aún no ha aprendido suficiente, Grover intenta ser escritor y Max simplemente lee, bebe y sale con chicas.

Hay una escena particularmente hilarante donde la inactividad de estos cuatro se hace más que patente. En un momento en que Max decide salir de casa para ir al bar, Otis le apremia para que espere, pues está mirando un anuncio de detergentes y quiere saber si el detergente que anuncian será capaz realmente de quitar la mancha de grasa de un vestido. Como es natural, la mancha desaparece. Ya en el bar al que van nos encontramos con Chet, el eterno estudiante convertido en barman que lleva diez años matriculado en la universidad y que aún está haciendo su tesis. Hacía el final del film, Grover le interroga:
-Piensas quedarte aquí siempre?
-Por qué voy a marcharme?
-No lo sé.
-Sabes, vendo trabajos para ganarme la vida y duermo con las estudiantes, todo muy completo. Después del séptimo u octavo año, empecé a sentir como si me echara a perder. De alguna manera sentía que ese tiempo era como un aplazamiento de mi vida... hasta que me di cuenta de que esta es mi vida.
- Puedo entender que te acostumbres.
- Conocí a una mujer, mi tercera profesora de Historia Americana del Siglo XX. Tuvimos un niño.
- Eso es bonito.
- Eso es bonito sí, es bonito. Pero no es para cualquiera. Algunas personas necesitan hacer una auténtica carrera, algo que nunca he comprendido realmente, el por qué alguien puede querer ser veterinario o abogado o cineasta. Estoy citándome a mi mismo pero soy un estudiante y eso es lo que he escogido. Tú puede que necesites escoger otra cosa, y eso es...
Max no contesta por supuesto, no tiene ni idea.

En un registro totalmente opuesto, "Kicking and Screaming" me trae a la mente una película de Will Ferrell que aquí tradujeron como "Aquellas juergas universitarias" y cuyo título original es "Old School". Si antes he dicho que "El Club de los Poetas Muertos" seria la historia previa a la película de Baumbach, "Old School" sería la secuela. Y es que esta disparatada comedia de Todd Phillips lo que viene a contar es como unos adultos con mujer casa y hijos deciden revivir sus años dorados volviendo a la universidad y corriéndose la juerga padre. Mitch (Luke Wilson), Frank (Will Ferrell) y Beanie (Vince Vaughn) son tres amigos treintañeros cuyas vidas no son exactamente lo que se esperaban. Mitch tiene una novia ninfómana que se mete en la cama con el primero que agarra. Frank se ha casado y su matrimonio nada tiene que ver con las fiestas salvajes que organizaba años atrás y Beanie es un padre de familia que se muere por recuperar su alocada juventud. En este caso, la arcadia intelectual de "Kicking and Screaming" se traduce en algo mucho más salvaje, prosaico: la universidad como la despedida de soltero definitiva, la última gran farra antes de sentar la cabeza.

En ambas películas pues, la universidad se retrata como un espacio idílico, bien sea para pasarse horas debatiendo sobre cine y literatura o para emborracharse y follar todo lo posible. ¿No hay pues esperanza para los licenciados? ¿no hay más diversión para aquellos que han dejado de ser estudiantes? Quizás el secreto, tal y como dice Chet, es ser estudiante toda la vida. Quizás.

Acerca del desencanto juvenil también trata la novela "Postales de invierno", que aún no he terminado de leer. Pero de eso ya hablo otro día.

Visionado recomendado:
Kicking and screaming (1995)
Tags: estudiantes listillos que no saben que hacer con sus vidas, charlas intelectuales, desasosiego, amor y algo de comedia.
Old School (2003)
Tags: comedia disparatada de calidad, Will Ferrel, Vince Vaughn, miedo a la vida adulta tratado con humor.

A ver si os gustan

4 comentaris:

Cientificotriste ha dit...

Esta entrada me ha gustado mucho, pero me ha hecho pensar. A ver si voy a tener que dejar de leerte. Hijo de puta!

Anònim ha dit...

Me las apunto las dos, aunque en plena crisis post master y sin curro no se si es lo que mas me conviene :P

Miriam

te he hecho un cd ha dit...

raúl, me alegro de que te haya gustado, me pasé la tarde del domingo escribiendo todo esto...

Miriam, míratelas, aunque sólo sea la de will ferrell, que es muy divertida. En tema laboral yo estoy igual...

Anònim ha dit...

Me las apunto, tienen toda la pinta de que me van a gustar.