dimecres, 27 de maig del 2009


Estábamos deseosas de conseguir un trabajo. En casi todos los sitios a los que íbamos dejábamos una solicitud de empleo. Pero, una vez contratadas como lijadoras de muebles, no podíamos creer que eso fuese lo que en realidad hacía la gente durante todo el día. Lo que habíamos imaginado que era el Mundo era en realidad resultado del trabajo de alguien. Cada tramo de acera, cada galleta salada. Todo el mundo tenía que pagar para poder disfrutar de una alfombra podrida y de una puerta. Horrorizadas, dejamos el trabajo. Necesitábamos tiempo para definirnos a nosotras mismas, para elaborar una teoría sobre quiénes éramos y ponerle música.

Miranda July, Nadie es más de aquí que tú

3 comentaris:

Xavi ha dit...

Enhorabuena por los fragmentos seleccionados. Son muy muy interesantes! Un saludo!

lachicafriolera ha dit...

Miranda mola mucho

Anònim ha dit...

Espero que esto no lo hayas leído en el curro.